La mejor tarta de zanahoria del mundo, palabrita.

Espero que no creáis que soy una persona de postres, porque no es así. Como e intento cocinar de todo, pero admito que aunque soy de empalagarme rápido, en esta familia que me ha tocado los postres son el momento cumbre de toda comida familiar. Para muestra, un botón:

Foto cutre de los postres de Nochevieja y Año Nuevo. Falta una deconstrucción de tarta de tres chocolates de una de mis tías. A la izquierda, brownie; a la derecha, pannacotta y salsas de frutas del bosque y fresas. 

Y así todas las fiestas. Y todas las comidas. Y todas las meriendas. Y todo. Un horror, vaya. Fatal. El caso, que me acabo yendo por los cerros de Úbeda, que vuelvo con otra receta de otro de esos postres de mi top 3, una tarta de zanahoria que hice para la comida del día de Reyes. Y, señoras y señores, MEJOR TARTA DE ZANAHORIA DE LA HISTORIA.

No me voy a enrollar mucho con la receta porque es sacada paso a paso de Bake-Manía, que a su vez la sacaron del libro The Buttercup Bake Shop Cookbook, una de las bakeries más conocidas de Nueva York, (o eso dicen). El bizcocho es el más jugoso que he probado en la vida, de verdad, no sé si es por la humedad que aporta añadirle jugo de manzana y nata a la masa o qué. Las cantidades es para hacer una tarta de tres pisos en moldes pequeños, de unos 15 cm de diámetro, a mí me dio para dos bizcochos en uno de 23 cm, aunque realmente opté por hacerla de un solo bizcocho y cubrirla de crema y cocer el resto en un molde rectangular, dejando un bizcocho en mi casa (je). Lo dicho, si queréis, reducid las cantidades a la mitad para hacerla de un solo piso.

Lo que sí tengo que comentar es que yo hago la cobertura de queso a mí manera, es decir, a ojo, ya que después de seguir los paso a paso de muchos blogs y las cantidades exactas, no sé por qué, siempre se me quedaban líquidas en vez del punto esponjoso que tiene que tener (y que consigo pasándome por el forro el resto de recetas, siendo claros). 

El procedimiento que yo sigo es el siguiente:

- Batir 125 gr aproximadamente de mantequilla sin sal a temperatura ambiente hasta que esponje unos 5 minutos a velocidad media.

- Añadir una cucharada de queso crema (tipo Philadelphia) e incorporarla batiendo, cuando ya no haya grumos, añadir otra, y así hasta completar un paquete de unos 200gr de queso.

- Añadir media cucharilla (tsp) de esencia de vainilla, si es transparente mejor que mejor, yo tengo con color y las cremas quedan con un tono dorado, que no es que se acabe el mundo, pero el contraste es más bonito si son blancas por completo.

- Ahora viene lo "complicado", poco a poco voy tamizando e incorporando mientras bato a velocidad media el azúcar glass, lo hago completamente a ojo y voy probando poco a poco el punto de dulzor. Diría que aproximadamente es una taza y un poco más de azúcar, pero creo que depende un poco del día, sinceramente.

- Añadir una cucharada de nata líquida y batir a velocidad alta para incorporarla bien y que esponje más durante unos minutos.

Y después de eso sólo queda servirla a temperatura ambiente :) Le podéis añadir también frutos secos, tanto para decorar como en la masa en sí.

Por cierto, una de mis tías hizo también para Reyes una tarta de Snickers que OH DIOS MÍO. En cuanto tenga la receta me pongo a experimentar yo con ella, de verdad. También había roscón de nata y tarta de tres chocolates, esta vez bien hecha. Y todo esto después de un buen puchero canario con escaldón de gofio. Todo súper ligero, como veis.

Y para terminar, me veo un poco obligada a compartir también otra de esas locuras familiares que nos dan de vez en cuando. El sábado antes de Reyes, mi tía Pili organizó en su casa un concurso familiar de tortillas y creo que es de las cosas más divertidas que hemos hecho todos juntos. Como era de esperar, ganó la tortilla paisana de mis abuelos, que vamos, tantos años de práctica no iban a ser en vano. Mi tía Belén se llevó el segundo puesto con una tortilla "creativa" de aguacate y gambas que también, a pesar de la desconfianza inicial por la mezcla, era genial. Y el tercer puesto fue para mi padre, con una de bacalao y pimientos (no es por ser su hija, pero le quedan increíblemente buenas). Yo puse el postre porque la tortilla será de esas cosas que nunca me saldrán apetecibles en esta vida por mucho que lo intente...

Y eso es todo, espero poder sacar un hueco para irme a sacar unas fotos que tengo en mente antes de marcharme. Si no ya sabéis que, con lo que me gusta perder el tiempo que debería estar usando en estudiar, caerá pronto otra receta, quién sabe.

Local Natives - Black Spot

I won't run